La planta marquesa, conocida científicamente como Monstera adansonii, es una especie de planta de interior muy apreciada por su belleza y facilidad de cuidado. Originaria de las selvas tropicales de América Central y del Sur, esta planta se caracteriza por sus hojas grandes y decorativas, que tienen un patrón de perforaciones únicas. Los cuidados que requiere son sencillos, pero es importante prestar atención a sus necesidades para mantenerla sana y en crecimiento. A continuación, exploraremos los cuidados esenciales para la planta marquesa, incluyendo luz, riego, temperatura, y más.
Luz adecuada para la planta marquesa
La luz es uno de los factores más importantes para el crecimiento saludable de la planta marquesa. Esta planta prefiere la luz indirecta brillante, lo que significa que debe estar expuesta a la luz, pero no directamente al sol, ya que esto puede quemar sus hojas. Un lugar ideal sería cerca de una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz suave. Sin embargo, la marquesa también puede adaptarse a condiciones de luz más bajas, aunque su crecimiento puede ser más lento y las hojas pueden no desarrollar las perforaciones características.
Si notas que las hojas de tu planta marquesa están buscando la luz, es posible que necesites moverla a un lugar más iluminado. Por otro lado, si las hojas se vuelven amarillas o se queman en las puntas, esto podría ser un signo de que está recibiendo demasiada luz. Es fundamental encontrar el equilibrio adecuado para asegurar el crecimiento óptimo de la planta.

Consejos para la ubicación de la planta
- Colócala cerca de una ventana con luz filtrada.
- Evita la luz solar directa, especialmente en las horas más intensas.
- Observa la planta regularmente para ajustar su ubicación según sea necesario.
Riego de la planta marquesa
El riego es otro aspecto crucial en el cuidado de la planta marquesa. Esta planta prefiere un sustrato que se mantenga ligeramente húmedo, pero no encharcado. Un error común es regar demasiado, lo que puede llevar a problemas como la putrefacción de las raíces. Para evitar esto, es recomendable tocar la tierra con los dedos; si sientes que está seca a una pulgada de profundidad, es momento de regar.
Es importante usar una maceta con buen drenaje para permitir que el exceso de agua se escape. Al regar, asegúrate de que el agua fluya a través de los agujeros de drenaje en el fondo de la maceta. Durante los meses más fríos, la planta puede necesitar menos agua, así que ajusta la frecuencia de riego según las condiciones ambientales.

Frecuencia de riego
- Riega una vez a la semana en primavera y verano.
- Reduce la frecuencia a cada 10-14 días en otoño e invierno.
- Siempre revisa la humedad del sustrato antes de regar.
Temperatura y humedad
La temperatura y la humedad son factores clave para el bienestar de la planta marquesa. Esta planta prospera en temperaturas que oscilan entre 18 y 27 grados Celsius. No tolera bien las temperaturas extremas, así que es recomendable mantenerla alejada de corrientes de aire frío o fuentes de calor directo, como radiadores. Un ambiente estable y cálido favorecerá su crecimiento.
Además, la marquesa disfruta de un nivel de humedad relativamente alto. En su hábitat natural, se encuentra en un entorno tropical, por lo que es beneficioso recrear esas condiciones en casa. Si el aire en tu hogar es muy seco, especialmente durante el invierno, puedes considerar usar un humidificador o colocar la maceta sobre un plato con piedras y agua, asegurándote de que el fondo de la maceta no toque el agua. Esto ayudará a aumentar la humedad alrededor de la planta.
Cómo aumentar la humedad
- Usa un humidificador en la habitación donde está la planta.
- Coloca la maceta en un plato con piedras y agua.
- Rocía las hojas con agua regularmente, especialmente en climas secos.
Fertilización de la planta marquesa
La fertilización es un aspecto importante para mantener la salud y el crecimiento de la planta marquesa. Durante la temporada de crecimiento, que generalmente es en primavera y verano, es recomendable fertilizar la planta cada 4-6 semanas. Utiliza un fertilizante equilibrado para plantas de interior, diluyéndolo a la mitad de la dosis recomendada en la etiqueta. Esto proporcionará los nutrientes necesarios sin sobrealimentar la planta.

En otoño e invierno, la planta entra en un período de descanso, por lo que no es necesario fertilizarla durante estos meses. Un exceso de fertilizante puede causar la acumulación de sales en el sustrato, lo que puede ser perjudicial para la planta. Observa siempre las hojas; si comienzan a volverse marrones en los bordes, puede ser un signo de que está recibiendo demasiados nutrientes.
Consejos para la fertilización
- Utiliza un fertilizante líquido equilibrado.
- Diluye el fertilizante a la mitad de la dosis recomendada.
- Evita fertilizar durante el invierno.
Trasplante de la planta marquesa
El trasplante es una parte esencial del cuidado de la planta marquesa, especialmente cuando se vuelve demasiado grande para su maceta actual. Es recomendable trasplantar la planta cada 1-2 años, o cuando notes que las raíces están saliendo por los agujeros de drenaje o que la planta parece estar estancada en su crecimiento. El mejor momento para trasplantar es a principios de la primavera, justo antes de que comience el período de crecimiento activo.
Al trasplantar, elige una maceta que sea solo un poco más grande que la anterior, para evitar que el sustrato se mantenga demasiado húmedo. Usa un sustrato bien drenado, como una mezcla para plantas de interior que contenga perlita o corteza de pino. Esto ayudará a mantener un buen equilibrio de humedad y aireación para las raíces.
Pasos para trasplantar
- Retira la planta de su maceta actual con cuidado.
- Desenreda suavemente las raíces si están muy compactas.
- Coloca la planta en la nueva maceta y llena con sustrato fresco.
Plagas y enfermedades
A pesar de ser una planta resistente, la marquesa puede verse afectada por algunas plagas comunes. Entre las más frecuentes se encuentran los ácaros, pulgones y cochinillas. Estos insectos pueden debilitar la planta al alimentarse de sus jugos. Es importante inspeccionar regularmente las hojas y tallos para detectar signos de infestación, como manchas amarillas o telarañas finas.
Si encuentras plagas, puedes tratarlas con un jabón insecticida o un spray de aceite de neem. Estos tratamientos son efectivos y menos dañinos para la planta y el medio ambiente. Asegúrate de seguir las instrucciones del producto y aplica el tratamiento en un lugar bien ventilado. Además, mantener una buena circulación de aire alrededor de la planta puede ayudar a prevenir la aparición de plagas.
Prevención de plagas
- Inspecciona regularmente las hojas y tallos.
- Mantén un ambiente limpio alrededor de la planta.
- Utiliza tratamientos naturales si es necesario.
Propagación de la planta marquesa
La propagación de la planta marquesa es un proceso sencillo y gratificante. Puedes hacerlo a través de esquejes, que son secciones de tallo que se pueden enraizar para formar nuevas plantas. La mejor época para propagar es en primavera, cuando la planta está en crecimiento activo. Para realizar la propagación, selecciona un tallo saludable que tenga al menos una o dos hojas y un nodo, que es el punto donde las hojas se unen al tallo.
Recorta el tallo justo debajo del nodo y coloca el esqueje en agua o en un sustrato húmedo. Si eliges el agua, asegúrate de cambiarla cada pocos días para evitar el crecimiento de bacterias. En unas semanas, deberías ver raíces comenzando a desarrollarse. Una vez que las raíces tengan al menos unos pocos centímetros de largo, puedes trasplantar el esqueje a una maceta con sustrato.
Pasos para la propagación
- Selecciona un tallo saludable y corta justo debajo del nodo.
- Coloca el esqueje en agua o sustrato húmedo.
- Espera a que se desarrollen raíces antes de trasplantar.
Cuidados estacionales
Los cuidados de la planta marquesa pueden variar según la temporada. En primavera y verano, la planta está en su fase de crecimiento activo, por lo que necesitará más agua y fertilización. Durante estos meses, es fundamental mantener un nivel adecuado de humedad y luz. Si la temperatura es alta, también puedes rociar las hojas para mantenerlas frescas y ayudar a aumentar la humedad.
En otoño e invierno, la planta entra en un período de descanso, por lo que la frecuencia de riego y fertilización debe disminuir. Observa las condiciones de luz, ya que los días son más cortos y es posible que necesites mover la planta a un lugar más iluminado. Además, asegúrate de que no esté expuesta a corrientes de aire frío, ya que esto puede dañar su crecimiento.
Cuidados específicos por estación
- Primavera: Fertiliza y aumenta el riego.
- Verano: Mantén la humedad y la luz adecuada.
- Otoño: Reduce el riego y la fertilización.
- Invierno: Asegúrate de que la planta esté en un lugar cálido y protegido.
Consejos adicionales para el cuidado de la planta marquesa
Para mantener tu planta marquesa saludable, aquí hay algunos consejos adicionales que pueden ser útiles. Primero, evita mover la planta con frecuencia, ya que esto puede estresarla. Una vez que encuentres el lugar ideal para ella, es mejor dejarla en ese sitio. Además, es recomendable limpiar las hojas de vez en cuando para eliminar el polvo, lo que permitirá que la planta realice la fotosíntesis de manera más eficiente.
También es importante estar atento a los cambios en la planta. Si notas que las hojas se vuelven amarillas o se caen, investiga las posibles causas, como riego inadecuado o plagas. Mantener un registro de los cuidados que le proporcionas puede ayudarte a identificar patrones y problemas más fácilmente.
Consejos prácticos
- Evita mover la planta con frecuencia.
- Limpia las hojas regularmente para mantener su salud.
- Observa cualquier cambio en la planta y actúa rápidamente.
La planta marquesa es una excelente opción para aquellos que buscan agregar un toque de naturaleza a su hogar. Con los cuidados adecuados, puede prosperar y convertirse en un punto focal en cualquier habitación. Recuerda que cada planta es única y puede tener sus propias necesidades específicas, así que siempre es bueno observar y aprender sobre tu planta en particular. Con paciencia y dedicación, podrás disfrutar de una hermosa y saludable planta marquesa durante muchos años.